Abriendo nuestra retina social

Es bastante triste contemplar como las personas discriminan consiente e inconscientemente a otros seres humanos, ya sea por cualquier tipo de defecto. Pero sobre todo cuando se trata de pacientes psiquiátricos, a los cuales se les mira con asco, más que eso, repulsión y en algunos casos, con miedo. Es triste imaginar las vidas de aquellas personas, las cuales lo único que buscan es la felicidad, ya que no todos tiene la oportunidad de nacer en una buena familia, la cual los alberge toda la vida y le demuestre el amor y el cariño que ellos merecen. Acaso ellos por vivir en un mundo ajeno al nuestro, en donde quizá sean mucho más alegres que nosotros no tienen la oportunidad de ser acogidos por la sociedad, acaso no son personas como todos nosotros, es más, es muy probable que posean mucha más bondad que una persona “normal”.

Tal como dice una canción de Arjona “se te apagó la luz o la encontraste, se te zafó un tornillo o lo apretaste… Regálame un poquito, un poquito de locura, que me ando fijando mucho en la marca de mi pantalón”, es una muestra clara de que existen personas que ven el mundo de otra manera, en otras dimensiones, las cuales pueden llegar a ser mejor que cualquier droga, pero lamentablemente son tachadas de locas por el resto y las discriminan y terminan encerrándolas en recintos “especiales” y ahí las dejan abandonadas para siempre, como quien se desasiera de un estorbo.

Por eso la existencia de hogares protegidos es una de las mejores iniciativas que se puede tener, porque no coartan la posibilidad de las personas de insertarse en la sociedad, realizándose así como personas, lo cual es muy importante para el ánimo y la autoestima de ellas.

Hay que hacer un llamado y eso es lo que hacemos nosotros, a no permitir el abandono de estas personas e invitamos a abrir nuestra retina social y dejar de lado las absurdas discriminaciones. Debemos abrirles las puertas a cientos de pacientes que desean reincorporarse al mundo, todo va en la actitud y en la buena voluntad de las personas, ya que no sólo con aportar mil pesos al año a través de un llamado en la Teletón vamos a ser mejores personas.

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